Es habitual ver que edificios en el entorno o los nuestros mismos están en mal estado de conservación, e incluso a veces sus propietarios no se preocupan o no llegan a saber el alcance del mal estado de su inmueble. Para ello se realiza informes de ruina, cuyo objetivo es instar al Ayuntamiento la declaración de la misma y eximir a los propietarios de la obligación de mantenerlos, o en su defecto si actuamos como ciudadanos afectados, instar al Ayuntamiento que actué para “obligar” al titular a su rehabilitación o demolición.